1) La Enseñanza de Manuel Belgrano 

Manuel Belgrano, en su rol de Secretario del Consulado de Buenos  Aires, creado por real cédula en 1794 por Carlos IV, es el primer  antecedente significativo en cuanto a la enseñanza técnica, resignificando  las doctrinas fisiocráticas en las que se había formado con los Borbones en  España. El Consulado de Buenos Aires había sido creado “en beneficio de  la Agricultura, la Industria y el Comercio” y tenía por objetivo propulsar  las actividades agrícolas, ganaderas, industriales y mineras.  

Todos los años al inicio de las sesiones, Belgrano, debía escribir y  pronunciar una memoria sobre los objetos propios de l instituto del  Consulado. En la Memoria pronunciada en 17961, propulsa Escuelas de  Agricultura, de Dibujo, de Industria textil, de Comercio y de Náutica.  Estas Escuelas son iniciativa del Consulado, funcionando en su edificio,  con los reglamentos escritos por el propio Belgrano. Tanto la Escuela de  Náutica como la de Dibujo, comienzan a desarrollar en forma sistemática  las clases pero con resistencia por parte de la Corona Española. De hecho,  la Escuela de Náutica, es clausurada en 1806 por no contar con la aprobación del Rey. Por su parte, la Escuela de Dibujo ni siquiera pudo  comenzar tal como fue proyectada sino que se fusionó con la de Náutica  por no haber sido aprobada por la Corte 2. Manuel Belgrano, en su  autobiografía, explicaba que “…la escasez de pilotos y el interés que tocaba tan  de cerca de los comerciantes, me presentó circunstancias favorables para el  establecimiento de una Escuela de Matemáticas, que conseguí a condición de exigir la  aprobación de la Corte que nunca se obtuvo y que no paró hasta destruirla; porque  aún los españoles, sin embargo que conociesen la justicia y utilidad de estos  establecimientos en América, francamente se oponían a ellos, errados a mi entender,  en los medios de conservar las colonias” 3. En un trabajo de 1977, Tedesco4 propone la Influencia de Belgrano en el Manifiesto que el Congreso de  Tucumán produjo para explicar las causas de la Declaración de Independencia. El autor destaca el apartado donde se argumenta que,  debido a la acción española, ”la enseñanza de las ciencias era prohibida para  nosotros, y sólo se nos concedieron la gramática la tina, la filosofía antigua, la  teleología y la jurisprudencia civil y canónica”. 

En esta memoria, se propician las Escuelas de Agricultura,  Arquitectura, Primarias gratuitas, Gratuitas para niñas, hilanzas de lana,  Comercio, Dibujo y Náutica. Si bien todas estas ideas fueron originales en  estos momentos del Río de la Plata, en esta ocasión nos ocuparemos  especialmente de las dos últimas por su presencia en la zona, sus  características técnicas y su influencia en la sociedad.  

2) Escuela de Dibujo 

En el puerto de Buenos Aires, a fines del siglo XVIII, los gérmenes de  independencia comenzaban a surgir. ¿Por qué, entonces, proyectar una  Escuela de Dibujo?  

Explica Belgrano:  

Los buenos principios los adquirirá el artista en una Escuela de Dibujo que  sin duda es el alma de las artes, algunos creen inútil este conocimiento pero es tan  necesario, que todo menestral la necesita para perfeccionarse en su oficio; el carpintero, el cantero, bordador, sastre, herrero y hasta los zapateros no podrán  cortar unos zapatos con el ajuste y perfección debida sin saber dibujar. Aún se  extienden a más que los artistas, los beneficios que resultan de una Escuela de  dibujo: sin este conocimiento los filósofos principiantes no entenderán los planisferios  de las esferas celestes y terrestre de las armirales que se ponen para el movimiento de  la tierra, y más planetas en sus respectivos sistemas, y por consiguiente los diseños de  las máquinas eléctricas y neumáticas y otros muchos que se ponen ya en sus libros, al  teólogo a quien le es indispensable algún estudio de geografía, le facilitará el manejo  del mapa y del compás, al ministro y abogado el de los planos icnográficos y  agrimensores de las casas y terrenos y sembrados que presentan los litigantes en los  pleitos, el médico entenderá con más facilidad las partes del cuerpo humano, que se  ve y estudia en las láminas y libros de anatomía: en una palabra debe ser este  conocimiento tan general, que aún las mujeres lo debían tener para el mejor  desempeño de sus labores: así se explica el sabio escritor Páramo, y yo, no teniendo  qué añadir, digo que es forzoso que esta junta cuya obligación es atender por todos  los medios posibles a la felicidad de estos países lo establezca (igualmente que una de  arquitectura, pues en los países cultos no solamente es útil sino de primera  necesidad) en todas las ciudades principales del virreinato y con más prontitud en  esta capital, para cuyo caso tendré el honor de presentar unas constituciones y  métodos de enseñar, principalmente a aquellos que se destinan a los oficios  menestrales”  

En estas palabras se detalla claramente la función técnica que debería  tener la enseñanza y estas mismas características tuvo la Escuela de Dibujo  que el Fraile Francisco de Paula Castañeda funda en el Convento de la  Recoleta. La base formativa en la Matemática y la Industria,  progresivamente es reemplazada por la base en las Bellas Artes derivando  el Dibujo hacia los retratos.  

En el proyecto de Belgrano, el destinatario de la educación sería el  aprendiz que no agotaba su aprendizaje en las primeras letras sino que  trabajaría al lado de los artesanos más sobresalientes quienes, al mismo  tiempo, tenían la obligación de mandarlos a la Escuela de Dibujo. La  Academia fue organizada como instituto medio. Para ingresar se exigía 12  años de edad por lo menos, no ser negro o mulato ni esclavo, es decir,  dueños de su persona. 

A pesar de las órdenes de clausura, el Consulado reformulaba la  propuesta y lograba persistir, pero frente a la rea l orden del 26 de Julio de  1804, se resuelve la clausura definitiva de la Academia.  

3) Escuela de Náutica 

Ilustración 1: En el patio de la Escuela Técnica Nº 1 se encuentra este busto de Belgrano y,  tras él, una ilustración donada por Quinquela Martín. Dos forjadores de la Formación Técnica en la  Ciudad. Los talleres del fondo corresponden a la ET Nº 9 “Ing. Luís Huergo”

Esta Escuela, cuyo funcionamiento se desarrollaba en el Consulado, es  otro antecedente de Educación Técnica en la Ciudad de Buenos Aires en  tanto que en ella, la enseñanza se estructuraba en torno de la Geometría,  las Matemáticas y la Mecánica. En la Memoria de 1796, Belgrano explicaba:  “es forzoso se ponga igualmente como medio de la protección del comercio una  Escuela de Náutica sin cuyos principios nadie pudiese ser patrón de lancha en este  río, y además hubiese jóvenes de quien echar mano p ara las embarcaciones que vienen  de España, caso de encontrarse sin piloto o pilotín. La utilidad y ventaja que proporcionará este establecimiento aun para los que no quieran seguir la carrera de  navegación, no será bien ponderada jamás, ni yo puedo hacerla ver más claramente  que llamando la atención de VV.SS. a los progresos que han hecho los jóvenes en las  innumerables Escuelas que de estos principios”.  

Esta Escuela fue resistida, más que la de Dibujo, por la vinculación  directa con la libertad de comercio que permitiría potenciar este tipo de  conocimientos. Explicaba al respecto Cerviño: “El comercio no puede  prosperar sin libertad”.  

La Escuela de Náutica no podía, entonces, ceñirse a un curso de  pilotaje, sino que debía permitir continuar con el progreso en el Comercio,  la Milicia o cualquier otro estudio. Para su ingreso se exigía saber leer y  escribir con certificación prestada por los maestros de primeras letras de  los candidatos, los que además debían acreditar buena conducta. Sólo  estaba limitada por la capacidad del local y podían acceder a ella sólo  españoles e indios netos. Los cursos duraban cuatro años: los primeros 3  para las Matemáticas y el último a la navegación propiamente dicha 5.  

La Escuela surge en el debate de orientarla a la formación académica  en Matemáticas y cuyo principal propulsor fue su Director Pedro Cerviño;  frente a una formación más práctica como la que propulsaba Alsina, su  Vice-director. Esta Escuela fue clausurada en 1806, por la Corona por no  haber sido autorizada por el Rey.  

4) Acto pedagógico como acto político  

Podemos decir entonces que Belgrano convierte el acto pedagógico de  crear Escuelas en un acto político ya que representó una acción disruptiva  para las intenciones de España desde el interior mismo de su estructura.  

Debemos entender y contextualizar las ideas pedagógicas. La postura  de Cerviño, por ejemplo, al concluir que “… perfeccionando el órgano de  nuestra comprehensión debemos aplicarla al conocimiento de los entes que nos rodean:  que no debemos contentarnos con averiguar las propiedades de los cuerpos, como  separadas, sino también como inseparables de ellos. Este es el carácter de aquellas  ciencias que entre las exactas se llaman físicas: de aquellas que conduciendo el  espirito humano á la observación, y haciéndole bajar de las oscuras regiones en que  andava extraviado, le forzaron por decirlo así, á seguir los lentos pasos de la  experiencia, y le introdujeron poco á poco en el alcázar de la naturaleza” 6. Y,  excediendo a la función pedagógica, la intención política de sus Escuelas  podemos encontrarla en la autobiografía cuando escribe que su intención  es “echar las semillas que algún día fuesen capaces de dar frutos, ya porque algunos  estimulados del mismo espíritu se dedicasen a su cultivo, ya porque el orden mismo de  las cosas las hiciese germinar”. Y esta germinación también era pregonada por  el Cabildo de Buenos Aires: “Protesta el Cavildo, que á no conocer las utilidades  y ventajas que resultan á la nación del restablecimiento de la Escuela de Nautica, y  de dibujo, y de la erección de la de Química, como también de la Tribunal, y  Escuelas de Minería y áno haver formado el concepto de que solo por falsos informes  ha podido V.M desaprovar y negar la continuación de las dos primeras, y ereccion de  la tercera; cellaria sus lavios con el silencio, y se someteria gustoso á la soverana  voluntad de V.M pero hallándose, como se halla intimamente persuadido que el  guardar silencio en esta parte, seria olvidar los sentimientos de fidelidad y vasallaje  que constituian su carácter” 7.

1 Memorias Consulares. “Medios Generales para Fomentar la Agricultura, la Industria y la  Ganadería”. Archivo Histórico Nacional.

2 Albergucci, R. H. Educación y Estado. Organización del Sistema Educativo. Buenos  Aires, 2000. Pág. 535.  

3 Bessio Moreno, N. “Las Fundaciones matemáticas de Belgrano. Instituto Nacional  Belgraniano ”. 1995  

4 Tedesco, J. C. Industrialización y Educación en la Argentina . Buenos Aires, 1977 

5 Bessio Moreno, N. Op. Cit. 1995 

6 Memoria sobre la importancia de la Academia establecida por el Consulado de  Buenos Aires por Don Pedro Cerviño.  

7 Representación del Cabildo de Buenos Aires a S. M. en pro de las Academias de  Dibujo y Náutica.